03 Jul Cómo evitar trabajar con la marca equivocada
Muchos creerán que la palabra ‘marca’ ya es una abominación en relación con el mundo de la música, aunque si trabajas o quieres trabajar como músico; tanto si te gusta como si no, ya se aplica a lo que haces. Desde la ropa que llevas, los instrumentos que tocas, el género por el que te mueves, las salas en las que actúas, las cosas que dices en las entrevistas, la portada de tu álbum, el merch del tour, las bandas con las que compartes escenario – todas estas cosas ponen color a la percepción que los otros van a tener de ti. A pesar de que tú no te veas en términos de “marca”, otra gente lo hará.
Por lo tanto, si un gran número de personas te percibe como adorable, rebelde, sexy o familiar, es posible que esta percepción despierte el interés de una marca que esté buscando vender esas cualidades. Aún así, sólo porque tu imagen pueda encajar perfectamente para una empresa, esto no significa que esta te tenga que encajar a ti. El concepto de ‘venderse’ puede parecer que esté pasado de moda en una época en la que la mayoría de los raperos tienen acuerdos con marcas y los artistas rebeldes más emblemáticos de nuestros tiempos como Johnny Rotten, Bob Dylan o Iggy Pop aparecen en campañas publicitarias, pero eso no significa que trabajar con la marca equivocada no pueda potencialmente reflejar en ti negativamente. Así como un sync puede lanzar una carrera, puede equivalentemente destrozarla.
Una manera muy simple de descifrar si una marca encaja bien contigo es mirar a su público objetivo. Si la audiencia a la que quieren llegar es la misma audiencia que crees que disfrutará de tu música, entonces es un buen comienzo. Si además eres consumidor de sus productos y te gustan, vamos mejor. Siempre hay que hacer una breve investigación sobre cómo la marca ha utilizado la música anteriormente, y favorece aquellas que tengan reputación de promocionar a los artistas y de tratarlos con respeto.
De todas formas, no deberías necesariamente descartar aquellas marcas que tienen un público objetivo distinto al tuyo. No sólo puede que introduzcan tu música a públicos que de otra forma nunca la encontrarían, si no que también puede que sean grupos de gente con un nivel adquisitivo mucho mayor. El contenido del anuncio en cuestión es importante también. Si se trata de una activación o campaña con muchísima publicidad, tienes que asegurarte especialmente de dónde va a aparecer tu nombre antes de firmar cualquier acuerdo.
A veces las consecuencias políticas de trabajar con una marca que a tus fans les parezca ‘tóxica’ son significativas. Así que, antes de conectar tu música con una marca, es esencial que hagas una lista ética y un poco de investigación sobre con quién es exactamente que estás asociando tu música. ¿Se trata de una empresa con productos o políticas con las que no estás de acuerdo? Eso es algo que deberías considerar incluso antes de buscar syncs (y si tienes a alguien que te represente para encontrar oportunidades de sincronizar tu música asegúrate de que conozca tus preferencias también).
Existen varias páginas web que hacen el trabajo pesado por ti y que te ayudan a rápidamente a identificar qué empresas son éticas – y así evitas trabajar con la marca equivocada. Puedes encontrar una lista completa, junto a una variedad de ejemplos reales de músicos y profesionales de la industria, en Unlocking The Sync: A band’s guide to brands, and a brand’s guide to bands. Una eGuide por la que tú pones el precio y que descifra la a menudo compleja relación entre los creadores de música y los usuarios de ésta. Está escrito en un lenguaje informal y muy accesible por el ganador a Music Business Writer of the year Eamonn Forde y nuestro director de comunicación Kier Wiater Carnihan. Si crees que necesitas una guía a través del complejo mundo de las licencias musicales y experiencias de marca, entonces este es el libro para ti.
Unlocking the Sync está disponible a través de MusicTank, el think tank musical de la Universidad de Westminster. Puedes descargarlo aquí.